El maestro Zhuang fue un pensador taoísta del s. IV a.n.e. Junto con Lao Zi, fue uno de los máximos exponentes del Taoísmo filosófico, una de las grandes influencias filosóficas de la Medicina Tradicional China.

Escribió  la obra Zhangzi. Éste clásico ejemplifica, mediante historias la visión del autor incidiendo directamente en cuestiones fundamentales de una forma más comprensible que el Laozi. El autor destina una gran parte de la obra a la actitud ante la vida. La felicidad se consigue mediante la comprensión de la naturaleza de las cosas.

Para el maestro Zhuang, existe una gradación para conseguir la felicidad total:

Dispersar las emociones mediante la razón:

De la misma manera que comprendemos que no hay que enfadarse por que llueve y no podemos salir de excursión, las emociones provocadas por cualquier suceso nos previenen de nuestra ignorancia sobre las leyes del Universo. El sabio, conociendo las leyes universales, no se aflige por la pérdida porque sabe que nacimiento y muerte forman el ciclo de la vida, al igual que las estaciones.

Diluir la diferencia entre el “yo” y el “mundo”:

Una vez que el sabio ha desterrado la ignorancia, la necesidad de brillar para el mundo, puede disolver la percepción de sí mismo. El “yo”, o la identificación de nosotros mismos, una vez conocida nuestra naturaleza interna, puede ser diluido de forma que no exista ninguna distancia entre el interior y el exterior. En este punto, la felicidad será absoluta y el sabio, “bloque sin tallar”, habrá conquistado la “puerta de las maravillas”.

Fragmento de la obra de “Historia y Filosofía de la Medicina China” de la ESMTC