Inmersos ya en el siglo XXI y en un mundo cada vez más globalizado y, por ende, cada vez más preocupado por las consecuencias de la actual pandemia, el tándem EDUCACIÓN y TECNOLOGÍA cobra una relevancia especial.
La Universidad, como institución social transformadora de la sociedad y las tecnologías, como instrumentos valiosos en nuestras manos para fomentar la interacción, son piezas claves de un presente, y sobre todo de un futuro altamente incierto.
Desde hace ya varios años y en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), la metodología de la educación universitaria, se ha ido transformando a través de la inclusión de la virtualidad en sus modelos pedagógicos; y hoy más que nunca, los métodos de formación mixta, blended learning (presencial + online) están adquiriendo, si cabe, un mayor protagonismo, promoviendo valores esenciales para nuestra futura sociedad. La equidad e igualdad de oportunidades, la autonomía y el compromiso personal, el desarrollo de competencias digitales tan importantes en la empresa y en las sociedades futuras, son algunos de dichos valores.
No se trata de “copiar y pegar” desde el modelo tradicional para pasar a un modelo online o blended-learning. Se trata de un nuevo modelo, que requiere inversión, formación de profesorado, elaboración de materiales y una metodología adecuada que no se consigue en poco tiempo.
A nivel universitario, y a partir del marco común fruto del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) implantado definitivamente en la primera década de este siglo, quedó patente que académicamente nos movemos en un mundo global, donde las fronteras físicas poco o nada deberían importar. Así lo evidencia el hecho de que uno de los tres pilares fundamentales del nuevo sistema universitario, que ocasionó cambios sustanciales respecto al modelo anterior fue- y sigue siendo- la adaptación metodológica y tecnológica.
Actualmente, el ‘Flipped classroom’ o “cómo darle la vuelta a la educación”, es un modelo pedagógico en auge que, básicamente, utiliza la modalidad on-line para trabajar la teoría y las actividades de aprendizaje de refuerzo, y la presencialidad, para llevar a cabo las tareas más complejas o imposibles de poder realizar de manera on-line, como es la adquisición de competencias prácticas o el desarrollo de tareas cognitivas de orden superior.
Cambiar el rol del profesor, modificar tiempos y espacios, aprovechar al máximo las tecnologías educativas, son claves en dicho modelo. Y el éxito del modelo dependerá principalmente del diseño instruccional apoyado en bases pedagógicas rigurosas, del equipo docente (no solo de sus conocimientos sobre la materia sino de sus habilidades como profesor virtual), de la calidad de los materiales didácticos y de los recursos tecnológicos puestos al alcance de docentes y discentes. El conjunto de todas estas premisas es la clave para alcanzar una enseñanza de calidad en la que el alumno no solo aprenda, sino que crezca como persona y como profesional.
La Escuela Superior de MTC (ESMTC), que hoy cuenta con el respaldo universitario de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), de la que es Centro Asociado, apostó desde hace ya muchos años por un modelo educativo basado en dichas premisas en sus Estudios Superiores de Acupuntura y Medicina China, y por ello fue pionera en el uso de las nuevas tecnologías y de la formación virtual, aunando siempre lo mejor que ha brindado a nivel pedagógico la presencialidad (seminarios prácticos, talleres intensivos y clases de refuerzo) con las ventajas de la virtualidad (videoconferencias, clases virtuales, material multimedia, actividades de aprendizaje y comunicación asíncrona, entre otras).
A su vez, el sistema de evaluación de nuestros estudios cumple rigurosamente los criterios que ahora se exigen y que ya aplicábamos con anterioridad por coherencia pedagógica (60% actividades de aprendizaje / 40% examen final).
Miles de alumnos se han formado y siguen formándose bajo este modelo en nuestra Escuela, a los que siempre estaremos agradecidos por apostar por ello; tampoco deberíamos obviar que muchos de ellos no hubiesen podido hacerlo a no ser por la posibilidad que les ha brindado la modalidad b-learning de nuestros estudios.
El COVID-19 ha dejado “fuera de juego” a muchas escuelas. También a las de Medicina Tradicional, Complementaria e Integrativa. Escuelas que “de prisa y corriendo” han querido adaptarse a la formación online, sin conocer la metodología ni tener experiencia alguna al respecto, pensando que la tecnología por si misma les ayudaría a reducir costes y a conseguir su objetivo, que no es otro que dar una formación a sus alumnos que les permita adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para su futuro ejercicio profesional.
Lamentablemente ello no es así y estas escuelas requerirán años para llegar al nivel que tiene, desde hace años, la ESMTC, con la repercusión negativa que ello tendrá para el nivel profesional de los alumnos de dichas escuelas.
Desde la Escuela Superior de MTC seguimos mejorando e innovando a nivel didáctico para aprovechar lo bueno de los distintos recursos que tenemos a nuestro alcance porque creemos que, en materia de educación, el fin justifica los medios.
Detrás de la virtualidad siempre habrá personas que han sabido adaptarse a nuevos escenarios, y ahora más que nunca, de eso se trata, porque adaptarse significa avanzar. En este sentido, la ESMTC cuenta con profesorado altamente especializado, tanto en la materia que imparten, como en el uso de las nuevas tecnologías y de la formación virtual, dentro de un modelo pedagógico con el que están muy familiarizados.